lunes, 9 de agosto de 2010

Despedidas

Bueno, ya estamos de vuelta en España, en apenas 5 días vuelvo a estar completamente españolizado y todo el mes en Japón empieza a aparecer en mi mente como un recuerdo lejano, dejando paso a exámenes, compromisos, etc.. pero por mucha vuelta a la normalidad que tenga, el mes de Julio de 2010 siempre estará ahí, y la recordaré como la enorme experiencia que ha sido. 

El último día nos dedicamos principalmente a hacer las maletas y a descansar. Nos comimos nuestros últimos pinchitos del Family Mart mientras pensábamos la mejor forma de meter los otamatones en las maletas. Finalmente no hubo ningún problema, y tanto el camino al aeropuerto como el posterior viaje fueron perfectos. El avión cada vez mejor, nada que ver con la primera vez que hice este trayecto, me puse a ver Ironman 2 y cuando terminó me dediqué a ver series con el portatil.

Al llegar a Madrid, tomamos un minibus hasta el Trip Diana, un hotel cercano a barajas, y pudimos descansar en España tras 30 y tantos días. Al día siguiente, todo el día en la piscina y salida nocturna a Madrid con Patri, una amiga de Chema muy simpática y agradable. Aquel almuerzo fue el primer contacto real con España. Nos fuimos a un bar que había en el hotel y me tomé un pan con jamón, aceite y tomate junto con un bocadillo de tortilla, además con charla futbolística incluida!! 100% español ! (eso si, ya nadie se acuerda del mundial...parece que aquí en España todos han tenido sobredosis de información y están aconstumbrados ya a ser campeones del mundo)

Y al fin llegó el día 4, salida a Atocha en metro, allí al AVE de las 12.00 con dirección Santa Justa (nos dieron asiento de preferencia por cierto) y de vuelta a Sevilla. La verdad es que tenía ganas de volver a casa, estar con la gente, dormir en mi cama, huir de esa humedad y poder bajar al Opencor usando únicamente el español.

Hemos visto muchísimos sitios en Japón. Mi visita favorita con diferencia ha sido Miyajima, tal y como dije en la entrada dedicada a ese día. Del resto de sitios, Onomichi/Shimanami, Tsumago/Magome, Nikko, Kyoto (especialmente Kiyomizu y Fushimi Inari) y Hakone han sido mis favoritos. Otros como Kamakura, Matsumoto o Kawagoe fueron menos de lo esperado, pero igualmente son visitas muy recomendadas. Pero el lugar más obligado sigue siendo Tokyo. Tokyo no es tan representativo de Japón como la gente piensa, Kyoto, Osaka, Matsumoto, Nagoya o Hiroshima son tan Japón como Tokyo, pero no son ni de lejos tan especiales. Ya no es sólo perderte por sus barrios y encontrar hermosos parques, o quedarte atontado mirando el Rainbow Bridge desde Odaiba..., es todo, pasear por ciertas zonas es un auténtico espectáculo y recomiendo dedicarle al menos 7 días completos.

En fin, tampoco tengo mucho más que decir que no haya dicho ya. Si escribo este "epílogo" es simplemente para dejar terminado este blog y para contentar a todos los que no paran de decirme que merece un final. El viaje ha sido increíble, espero repetir alguno similar dentro de poco (a otro sitio, a Japón ya volveré más adelante, que tengo cositas pendientes que hacer allí). Para todo aquel que vaya a preguntar si merece la pena el gasto, diré que merecería la pena incluso si costase el doble... hay vivencias que, recordando al anuncio de MasterCard, no tienen precio.

He dejado lo más importante para el final. Todo lo que hemos disfrutado en este viaje no ha sido cosa de dos, le debemos muchísimo a todas las maravillosas personas con las que tuvimos la suerte de coincidir:

A Marcos y a Luis: sois la polla!! ¿necesito decir algo más? bueno sí, que sois la polla y estoy deseando organizar algún viajecito con vosotros (sin indios ¿eh?)

A Lola y Alba gracias por aguantarnos tantas horas, espero que toda la mudanza haya ido bien y que no haya ninguna guerra felina!

A Noemí lo mismo, gràcies per tot !! Espero que disfrutases del resto del viaje y deseando estoy ver tus fotos, que eran muy buenas!

Gracias también a Maria Elena, ya te avisaremos cuando volvamos a hacer la Shimanami, que a Oshima mínimo hay que llegar!! Y un saludo a tu familia, a Kota y a Guillermo.

Un saludaco a Kohei, Isaac y a toda la gente con la que vimos en directo repetir un penalti a Xabi Alonso mientras cantábamos el gol...

Otro saludaco a Kaori, Tsuyoshi, Sebastian y al resto de personas que visteis con nosotros a Iker levantar una copa del mundo. Soy un futbolero sin remedio y estoy encantado de haber compartido ese momento con vosotros.

Un abrazo a la tropilla de Nikko y Kamakura, la ruta del Daibutsu fue mucho mejor experiencia con vosotros (nunca olvidaré esos estudiados lanzamientos de tronco al barro).

Un saludo al Dr. Jaidar, espero que sus investigaciones sobre el clima en Japón vayan a buen puerto. Y sí, aquí queremos mucho a todos los musulmanes ¿de acuerdo?

Y por último pero no menos importante, un saludo a los chicos del karaoke, aunque no me quiero imaginar como debísteis dejar el avión después de todo lo el licor de manzana....

Gracias también a todos los lectores y seguidores de esta aventura. Aunque no hayamos conseguido superar las ¿10? visitas diarias y no hayamos ni pasado de las 3 o 4 si excluimos a los familiares, habéis conseguido con vuestros comentarios que me sintiese leído y me habéis instado a seguir escribiéndolo todo. Desde luego hicimos bien al hacer el blog, no me parece que haya mejor forma de recordar este fantástico viaje al país del sol naciente.

左様なら

sábado, 31 de julio de 2010

Día 31: Últimos días en Tokio II

El día de hoy nos hemos dedicado a volver a ver Shinjuku, uno de los barrios que vimos los primeros días de estancia en Tokio, para darnos una vuelta en profundidad y dedicarle más tiempo.


Cogimos la JR Yamanote desde Shibuya a Shinjuku, pasando quizás por última vez por delante de Hachiko y subiendo las asquerosas cuestas de Meguro. Por suerte hoy no hacía demasiado calor y ha estado nublado la mayor parte del tiempo. En Shinjuku, decidimos ir a la tienda de Squarenix (una compañía de videojuegos), que aparte de merchandising tiene alguna que otra cosa a modo de "museo".


Por el camino nos topamos con el Park Hyatt, hotel que forma parte de un complejo con tres torres de distintos tamaños. La tienda de Squarenix está justo al lado, aunque increíblemente la pasamos por alto..

No recuerdo esas sillas... 

Con la experiencia de 2007 y sabiendo de antemano que sólo abren los fines de semana, pudimos entrar a bichearlo todo. Lo primero que vimos es que todo lo que tienen en venta depende directamente de los últimos lanzamientos de la compañía, así que contando con el recientemente lanzado Dragon Quest Victory para Wii, toda la primera sala de la tienda estaba abarrotada de slimes y monstruos de Dragon Quest.


Había también peluches de distintos tamaños de cactilios, moogles o tomberis, criaturas clásicas de Final Fantasy. Interesante la sección de Squarenix Music, con una buena colección de discos (incluyendo un magnífico pack con todos los discos de Final Fantasy XI a 100€) y muestras para poder escucharlos allí. En la parte de atrás, telares y camisetas de FFXIII, y la zona de joyería y figuras, donde destaco un casco de Gabranth (FFXII) bastante bestia y sobretodo la enorme figura a tamaño real de Sephiroth en el suelo, con materia negra incluida (no a la venta).



Ni rastro de FFXIV u otros grandes clásicos. Tras eso, como la mitad no os habréis enterado de nada de lo que he dicho, seguimos nuestro paseo. Nos metimos en el complejo del Park Hyatt, que tiene su propio templo japonés, para terminar llegando a un parque cercano al ayuntamiento.


El ayuntamiento

Bastante gente practicando deporte. Unos chicos jugando al fútbol (mucho dorsal en la camiseta pero se les iba siempre la pelota...) y otros lanzando la bola de baseball, los dos deportes de más tirón aquí en Japón. Lo siguiente que nos encontramos fue una zona del mismo parque con cacharros de todo tipo y niños jugando en ellos. Otro parque había justo al lado, así que decidimos acercarnos también (¿dije ya que hay muchos parques en Tokio? pues los hay..).


Gente practicando skateboard, templo en reforma y un estanque con catarata y tortugas desde la que pudimos volver a ver el edificio del gobierno Tokiota y algún que otro rascacielos de la zona.




La siguiente parada fue el edificio Sumitomo, un enorme bicho con forma de prisma triangular que tiene una interesante peculiaridad: está hueco por la parte central. Es decir, si te pones en el centro de la planta baja y miras hacia arriba, ves una cristalera y el cielo. Concretamente esto:

 


Y en cualquier otra planta, pues ves una especie de patio interior. En la planta 52 hay un mirador, algo más bajo que el observatorio del ayuntamiento (de hecho podía verse desde aquí), pero igualmente espectacular.

Lo siguiente fue ir hasta Kabukicho, el barrio rojo más importante de todo Japón. Yo esperaba ver prostitución en cada esquina y a Yakuzas liándola, pero nos encontramos con un distrito que bien podría ser de lo mejorcito de Sevilla. 


De hecho, nos encontramos de pronto con una extraña celebración veraniega que no esperábamos. Era una especie de competición entre distintos grupos para hacer distintos espectáculos. Cuando llegamos, era el turno de un señor con shamisen (un instrumento tradicional de cuerda) que también cantaba, acompañado de un grupo de hombres tocando un "tambor" y de mujeres que bailaban a lo japonés.


La verdad es que ritmo tenían mucho gracias a la percusión, pero melodía bastante poca. Justo en la tercera o cuarta iteración, cuando nos estábamos marchando, vimos como terminaban y entraba el siguiente grupo. Éstos portaban un enorme palo con adornos en la parte de arriba, que debía pesar un quintal y se lo iban pasando unos a otros para hacerlo bailar al ritmo de distintos instrumentos.




La siguiente actuación y la que más nos gustó fue un grupo de mujeres y hombres, algunos de ellos con enormes tambores, acompañados de cuatro tipos tocando el shamisen. Los chicos formaron un circunferencia alrededor de las chicas, que también formaban una, y cada grupo giraba en un sentido distinto a la vez que bailaban y cantaban al ritmo de la música.Todos parecían pasárselo bastante bien. Al final de la actuación, todos sacaron unos abanicos, rompieron las formaciones y empezaron a animar al público asistente a bailar con ellos. 


No nos quedamos a ver al siguiente grupo, nos fuimos directamente a dar otra vuelta por el barrio. A los pocos pasos empezamos a encontrarnos con los famosos Love Hotels, en los que se puede pagar sólo por unas horas, sin hacer noche ni nada, para ir con la parienta y aprovechar el tiempo. De hecho suelen estar equipados con la última tecnología japonesa en el campo. Vimos varias calles repletas de hoteles igual de sospechosos, pero hubiera sido raro entrar los dos en uno a investigar el interior...

¿Rest? seguramente...

En algún momento debimos entrar en la calle de los hostos. Aquí en Japón la prostitución es ilegal, por tanto lo que hay son una serie de locales con señoritas y señoritos de compañía que te hacen masajes y todas esas cosas. Al final todo es una tapadera y allí se hace de todo. De hecho cuando tipos enchaquetados te persiguen por la calle gritándote "sex with japanese girls!" no creo que se refieran a masajes precisamente. 


Escoge a tu preferido entre nuestra gama de "hombretones"

Llama la atención la cantidad de lugares de este tipo que hay ofertando hombres. Casi vimos más que con mujeres!! Hay dos opciones: o las mujeres también usan en abundancia este tipo de locales o nos terminamos metiendo en la zona gay. Yo creo que fue lo último más que nada por las pintas de algunos chavales, aunque muchos japoneses visten así con normalidad por la calle....

Visto aquello, decidimos volvernos al hotel. Camino a la estación aún podíamos oir los tambores de otras fiestas similares a la que estuvimos... al fin y al cabo es 31 de Julio, un día perfecto para celebraciones veraniegas y un día menos para irnos :(

viernes, 30 de julio de 2010

Día 30: Últimos días en Tokio

Nuestra estancia aquí se va acabando. Ha sido un viaje increíble, hemos visto muchísimas cosas de la cultura y personas de este país, hemos tenido la enorme suerte de haber conocido a muy buena gente y haber compartido visitas con ellos. Pero esto se está acabando, ahora mismo yo personalmente echo de menos bastantes cosas en España, seguramente en la primera semana empezaré a echar de menos la vida aquí, pero es lo que hay, y ya esta experiencia no nos la quita nadie (quizás alguien armado con un garrote que nos golpee y nos cause amnesia).


Hoy fuimos al Tokio Dome City, donde está el estadio de baseball y otras cosas adyacentes. Como siempre partimos desde la estación de Nakameguro que está junto a nuestro hotel, a 5 min andando. Desde allí un paseo en metro hasta la estación de Korakuen, justo debajo del estadio.


Lo primero que vimos, entre el griterío de las que estaban montadas, es la enorme montaña rusa que hay junto al estadio. Desde ella puede verse todo el estadio desde bastante alto, además tiene una sección que atraviesa un edificio...cuidado con sacar las manos!!


El Tokio Dome está justo al lado. Fue inaugurado en el 1988, tiene un aforo de 55.000 localidades y es el estadio donde juegan los Giants. Vimos también la típica tienda de souvenirs del equipo y varios mosaicos conmemorativos.


Hay toda una zona recreativa junto al estadio, con millones de tiendas y atracciones para los niños. Se baja desde unas escaleras junto al estadio con una fuente bastante chula.


Varias tiendas de merchandising de manga y anime, máquinas para los crios o un extraño cine basado en el videojuego Dragon Quest completaban el recinto. Tras comer algo en un 7Eleven, nos fuimos directamente al  Koishikawa Korakuen, un parque también contenido en el Tokio Dome City que tiene distintas zonas inspiradas en construcciones clásicas de japón o china.


La entrada cuesta 300 yen, pero la verdad es que merece mucho la pena, es bastante grande (más de 1 hora la ruta más larga) y tiene de todo un poco. La primera parte es un pequeño río junto al que según el cartel que el tercer shogun Iemutsu  se sentaba a meditar sobre sus cosas. Al otro lado, un camino de piedras inspirado en un lago chino.


Siguiendo otro caminito, llegamos a lo que antiguamente era un pequeño templo inspirado en el Kiyomizu de Tokio, con una estructura de madera que lo sostenía en lo alto de una colina, desgraciadamente, a causa del  gran incendio del 1923, o quizás en el gran incendio de algún año antes o algún año después, sólo quedaba una mínima parte en pie...aunque desde el puente rojo que estaba al lado pudimos ver de nuevo el riachuelo.


Desde distintas partes del parque pueden verse tanto los rascacielos de la Tokio Dome City como el mismo estadio Tokio Dome.


Mientras nos quitábamos las tela de araña de encima, incluyendo alguna araña agarrada a la camiseta, (es increíble lo de las arañas en todos los lugares de japón...no sólo en parques, sino también en la calle entre las farolas o edificios!) pudimos ver un curioso puente que, según decía su descripción, permitía ver la luna llena al mirarlo de frente con su reflejo en el agua.


No vimos la luna llena pero bueno. Lo siguiente fue una pequeña catarata en la que, según dicen, se pueden apreciar un millón de hilos de seda. El agua de la catarata llevaba al estanque principal del parque, en el que había bastantes de las típicas carpas japonesas.

Tampoco vimos los hilos de seda, aunque quizás con imaginación...

Siguiendo por el camino...



El parque es bastante bonito y grande, una visita recomendada para quien pase por la zona. Tras terminar, y como aún era temprano, decidimos ponernos a andar sin dirección fija. Nos topamos con varios puentes que cruzan canales internos de la ciudad, que son un espectáculo por como se mezclan con el resto de edificios y con las autopistas sobre el suelo.


Nos encontramos también con el One Piece Carnival, una especie de gymkana en el que te dan un papelito de One Piece (una serie de animación japonesa con muchísimo éxito aquí) con una serie de recuadros en blanco, en los que hay que poner una serie de sellos que están distribuidos por toda la zona. Junto con el papelito nos venía un mapa con las localizaciones de las mesas donde estaban los sellos, todo para ganar unos posters o algo, pero como no vemos One Piece y ya nos habíamos saltado varias localizaciones con sellos, pues decidimos seguir adelante.


Y tras otro rato andando y creyendo que nos estábamos perdiendo en zonas lejanas de la ciudad, nos topamos con una horrible visión: llegamos al Palacio Imperial... resulta que estuvimos andando todo el camino en dirección al sitio donde estuvimos hace 2 días, que por cierto estaba a un pateo curioso. Así que no nos estábamos perdiendo precisamente. Ya allí, como conocíamos esa zona decidimos volver al hotel.

miércoles, 28 de julio de 2010

Día 28: Kawagoe e Ikebukuro

Ya hoy no te escapas Kawagoe. Nos pegamos el madrugón, nos tomamos el desayuno del hotel a tiempo (suerte que llegamos antes que las francesas devorabollos) y camino a la estación de Shibuya, pasando por Hachiko como cada vez que cogemos la JR Yamanote.


Cogimos el tren hasta Ikebukuro (160 yen y 10min) y la Tobu Tojo Line hasta Kagawoe Sta. (450 yen y 30min). Una vez en la estación nos encontramos con un viejo amigo: el horrible calor. Recuerdo haber visto en foros y blogs por internet, que el verano no era recomendable por el calor y la humedad tan grande que hay. Quizás no sea lo peor del mundo si tienes que ir andando al Corte Inglés, pero para hacer una visita de varias horas se hace bastante insufrible.

Kawagoe es un pueblo acogedor y normal, la gran mayoría de casas son bajas y unifamiliares, algunas de estilo antiguo, con su jardincito y su garaje. Destaca principalmente, aparte de por sus templos, por la Kurazukuri Street, la calle en la que están los únicos edificios que quedan que se construyeron empleado esa misma técnica, que permitía proteger las casas y almacenes del fuego. Las casas de esa calle (que no son tan antiguas, sobre el 1900) están todas teñidas de negro, de hecho eso es lo que las hace famosas.


Pero la primera parada fueron los templos Kita-in y Shemba Toshogu. Ambos están en una especie de parque en el que hay además varios edificios que no sabemos que eran. El Shemba Toshogu estaba cerrado, pero pudimos quedarnos con el pequeño templete que hay junto a él, sobre un islote y accesible únicamente por un pequeño puente.


El templo Kita-in no es un edificio muy grande ni especialmente bonito, pero si por algo destaca es por las 540 estatuas de piedra de discípulos de Buda, cada uno con una expresión distinta, que están alineadas en una zona adjunta.




Al atravesar el parque, dimos con una zona dedicada a que los niños jugasen, con columpios y madres vigilando. De allí fuimos a la calle de las casas negras, pero pasamos por un interesante mercadillo en el patio interior de un templo.


Al  fondo del templo, una pequeña esquina con dos imágenes de piedra, un puentecito y un estanque abarrotado de tortugas (si si, tortugas).



Tras otro paseito, al fin llegamos a la calle Kurazukuri. Me decepcionó un poco que no estuviera cortada al tráfico..


Nos acercamos también a la Tower Bell, una torre que suena a varias horas del día. Aunque fue construida sobre el 1600, se reconstruyó (como casi todo aquí) en 1894 debido a un incendio en Kawagoe. De hecho, actualmente hasta funciona de forma automática.


Tuvimos ocasión de entrar por 100 míseros yen en una de estas clásicas casitas para curiosear por el interior. Pudimos ver el edificio principal, con suelo entero de tatami y sospechosos crujidos de madera en el segundo piso, y la zona del almacén con bombas de agua, carros de transporte, equipos de bombero y todo tipo de antigüedades expuestas.




Tras eso nos aventuramos hasta el Honmaru Goten, el antiguo castillo de Kawagoe, pero desgraciadamente estaba en reformas y no pudimos ni ver la fachada. Vuelta a la estación de Kawagoe y vuelta a Ikebukuro con la Tobu Tojo Line. En Ikebukuro decidimos ir a echar un vistazo al Sunshine City, un complejo de centros comerciales y edificios altos parecido a los que vimos el día anterior en Roppongi.


Un lugar con bastante gente y tiendas de todo tipo. Según dicen Ikebukuro va poco a poco comiéndole terreno a Akihabara en lo que a tiendas de anime o videojuegos se refiere. No se si será verdad pero en principio vimos un Sega Center con recreativas que nada tienen que envidiar a los de Akiba.


Poco a poco se van acabando los días, ya va quedando menos y gran parte de lo que teníamos planeado ya lo hemos visto. Quedan sólo 4 días y parece mentira que haya tenido la fuerza de voluntad de ir escribiendo en el blog. He de reconocer que es un poco pesado a veces, sobretodo para mi que me cuesta mucho ser breve, pero merece la pena tener un registro de todo esto y poder mirarlo dentro de 1 o 2 semanas para recordarlo con cariño (o sin cariño, según que cosas).